domingo, 1 de julio de 2012

LA FALTA DE ETICA EN LA EDUCACION


Situaciones en las que se hace patente la falta de ética,

La situación actual por la que atraviesan las diferentes sociedades del mundo, en donde cada día se aprecia una distribución más segregada de la riqueza y una falta de valores morales ha sido causada por los programas educativos del pasado.

La vida moderna, basada en el individualismo a nivel profesional requiere la recuperación de la ética y los valores sociales en la educación superior.

Sin duda, son muchos los problemas que aquejan a la educación superior en México. Sería cuestión de varias tesis el explicar la naturaleza de cada uno de ellos y la relación que tienen entre sí.

Sin embargo, uno de los que pueden tener mayores repercusiones a futuro es la falta de una efectiva formación ético-social en los estudiantes de educación superior. Resulta indispensable revisar cuál ha sido el papel de la universidad ante un mundo que ofrece un panorama donde aspectos como la ética y los valores universales no tienen cabida.

Antecedentes de la educación superior en México

A principios de los años setenta, México sufrió una transformación en lo que a la educación se refiere. El aumento de la matrícula estudiantil hizo que los presupuestos gubernamentales resultaran insuficientes, y si a eso se le agrega la falta de voluntad política por parte del Gobierno, el problema se agudizó. La vida moderna, basada en el individualismo a nivel profesional requiere la recuperación de la ética y los valores sociales en la educación superior.

Sin duda, son muchos los problemas que aquejan a la educación superior en México. Sería cuestión de varias tesis el explicar la naturaleza de cada uno de ellos y la relación que tienen entre sí.

Sin embargo, uno de los que pueden tener mayores repercusiones a futuro es la falta de una efectiva formación ético-social en los estudiantes de educación superior. Resulta indispensable revisar cuál ha sido el papel de la universidad ante un mundo que ofrece un panorama donde aspectos como la ética y los valores universales no tienen cabida.

La ética, una carencia profesional en los universitarios


La falta de una formación ética y social en el estudiante universitario es una cuestión a la que hay que ponerle especial atención. Las funciones de la universidad son, entre otras, la docencia, investigación y la extensión, además de la difusión de la cultura, manifestadas en la misión de cada una de las instituciones. Sin embargo, la vida moderna ha hecho a un lado esas premisas básicas, reduciendo aspectos como la ética y los valores a un par de materias en los programas escolares, que el estudiante considera “de relleno”; o a través de un “servicio social”, que el universitario puede liberar archivando papeles en la oficina de una empresa.

¿Y la sociedad?  Pablo Latapí planteaba que si siempre se ha esperado de las universidades una función educativa en el orden de los valores -que hoy, elegantemente, se denomina conciencia crítica-, también debería exigirse de sus estudiantes, docentes, investigadores y administradores, actitudes coherentes con esta función.

El docente es un transmisor de conocimientos y formador de personas

Para que esto sea posible, se requieren dos condiciones: que el docente se convenza de que su misión no es únicamente ser un facilitador del conocimiento, sino también un formador; y la segunda es que el docente se prepare en esos ámbitos de la formación integral del universitario, pues no basta “informar” a la inteligencia, es preciso también “formar” la voluntad de los estudiantes. Puede resultar contraproducente para la formación del universitario el brindarle conocimientos “de avanzada” sin hacerlo reflexionar de las implicaciones que tiene el conocer esa información, es decir no hacerlo consciente de la responsabilidad que adquiere con ese conocimiento.


¿Cómo impulsar este reto de recuperar las bases éticas y sociales en las universidades?


Hay que partir de cuatro puntos:

  1. Devolver al servicio social la dignidad para lo que fue creado, que el estudiante emplee sus conocimientos donde más se necesiten.
  2. El servicio social debe estar contemplado en los procesos de renovación de conocimientos que cada egresado debe hacer para refrendar y conservar el título universitario.
  3. Incluir las implicaciones éticas y sociales que tiene cada asignatura en los programas de estudio.
  4. Agregar en el currículo de las escuelas tecnológicas la formación ética y social, es precisamente en esas áreas de conocimiento donde se es más susceptible a la automatización.

La formación integral de los universitarios asegura en el futuro líderes con bases morales sólidas y mejor preparados para la toma de decisiones que harán en el futuro. De ahí la urgencia de poner la atención necesaria.